Consejos que darle a mi hija 5

Como hija de este universo, te encuentras inmersa en una realidad en constante expansión. Al igual que el cosmos, los datos se multiplican a una velocidad vertiginosa, desafiando nuestras percepciones y haciendo que los prejuicios sean cada vez más difíciles de mantener. La teoría del universo participativo sugiere que la observación no solo registra la realidad, sino que también la crea. Esto implica que cada uno de nosotros tiene un papel activo en la configuración de la verdad y la comprensión del mundo que nos rodea. En este contexto, resulta crucial reconectar con nuestra esencia como criaturas espirituales. A medida que navegamos en este universo en expansión, debemos nutrir y cultivar nuestra dimensión espiritual, permitiéndonos así abrazar la complejidad y la belleza de la existencia. Desde pequeña estás demostrando una gran curiosidad y ansias de nutrirte espiritualmente. Los años nos hacen cambiar a todos, espero que no pierdas esa parte tan necesaria para mantenerte feliz. 

Las casualidades son como pequeños destellos de misterio en nuestra vida cotidiana. A veces, anhelamos encontrar significado en lo inesperado, como si el universo estuviera tejiendo hilos invisibles entre los eventos. Nos aferramos a coincidencias, buscando patrones ocultos que nos conecten con algo más grande. Tu y una de tus mejores amigas os llamáis igual en dos lenguas diferentes. Eíra lo escogí porque fonéticamente me gustaba y etimológicamente significa miel y tu amiguita Asel es igual, pero del árabe. Estas pequeñas casualidades nos hacen sentir parte de algo más allá de nosotros mismos. 

Sin embargo, también hay momentos en los que nuestra mente juega trucos con nosotros. Creamos conexiones donde no las hay, atribuyendo significado a eventos aleatorios. Buscamos señales en las nubes o interpretamos sueños como profecías. A veces, nuestra curiosidad nos lleva por caminos imaginarios, y aunque sabemos que no hay nada más que casualidad, seguimos explorando. 

La dualidad de las casualidades nos mantiene alerta y nos invita a reflexionar. ¿Qué nos impulsa a ver patrones en lo caótico? ¿Por qué nos aferramos a la idea de que hay algo más allá de lo evidente? Quizás sea nuestra necesidad innata de encontrar significado en un mundo aparentemente aleatorio. Así que, mientras seguimos buscando señales y conexiones, recordemos que a veces, la magia está en la búsqueda misma, independientemente de si encontramos respuestas o no.  

Te voy a dar unos consejillos sobre redes sociales que es algo que me tiene siempre en un dilema, ya que son positivas en ciertos aspectos y son el mal en mucho otros… 

consejo #1: Comunicación Abierta 

Hablemos. Sí, así de simple. Quiero que sepas que siempre puedes venir a mí para hablar sobre tus experiencias en línea. Si ves algo que te hace sentir incómoda o confundida, no dudes en compartirlo. Juntos encontraremos una solución. 

Consejo #2: Configura tu Privacidad 

Las redes sociales son como una ventana a tu mundo. Asegúrate de cerrar las cortinas cuando sea necesario. Configura tus opciones de privacidad para que solo las personas que realmente conoces puedan ver tus publicaciones y fotos. Ante la duda pregúntame… 

Consejo #3: Sé Amable 

Recuerda que detrás de cada perfil hay una persona real. Trata a los demás con respeto y amabilidad. Siempre piensa antes de publicar algo. ¿Cómo te sentirías si alguien más lo dijera? 

Consejo #4: Verifica la Información 

No todo lo que ves en línea es cierto. A veces, las noticias falsas se propagan como un reguero de pólvora. Antes de compartir algo, verifica si es real. Pregunta: “¿Es esto creíble?”. 

Consejo #5: Tiempo Fuera de Pantalla 

Sí, las redes sociales son divertidas, pero también es importante desconectar. Sal a dar un paseo, lee un libro o juega con tus amigos. La vida real también es genial. 

Consejo #6: Sé Tú Misma 

No te compares con los demás. Cada persona tiene su propia historia y su propio camino. No te preocupes por cuántos “me gusta” tienes. Lo importante es cómo te sientes contigo misma. 

Por último, en los momentos de ira, cuando las palabras se convierten en tormentas y los pensamientos en relámpagos que surcan la mente, escribir puede ser un refugio. Tomar un papel y plasmar esos sentimientos efímeros, darles forma y luego desgarrar el papel en mil pedazos, es como dejar que esos sentimientos se disipen con cada trozo que cae. Es un acto catártico, una liberación física de la furia que, una vez en el papel, ya no nos pertenece. Así, en el silencio que sigue a la tempestad, encontramos la calma, y lo que una vez fue un huracán en nuestro interior se convierte en una brisa olvidada. 

En lo más grande y en lo más pequeño…

El baile es la pasión de mi canija, la llena de alegría y paz. Cuando baila, se transforma por dentro y por fuera. Yo también sentí algo así hace mucho tiempo, cuando me reunía con mis amigos y saltábamos al ritmo de la música… pero eso fue hace mucho…

El baile es una forma de expresión artística que nos permite comunicarnos con nosotros mismos y con los demás. Bailar nos ayuda a liberar emociones, a sentirnos más felices, a mejorar nuestra salud física y mental, y a desarrollar nuestra creatividad. Pero, ¿sabías que bailar también tiene una conexión profunda con el universo y sus misterios?

Según la teoría de cuerdas, una de las propuestas más ambiciosas para explicar la naturaleza de la realidad, el universo está compuesto por diminutas entidades llamadas cuerdas que vibran en diferentes frecuencias y dimensiones. Estas vibraciones determinan las propiedades de las partículas fundamentales y las fuerzas que rigen el cosmos. Así, el universo sería como una gran sinfonía de cuerdas que crea la armonía de la existencia.

Pero, ¿qué tiene que ver esto con el baile? Pues resulta que nosotros también somos parte de esa sinfonía universal, ya que nuestros átomos y moléculas están formados por cuerdas que vibran. Cuando bailamos, estamos modificando nuestra vibración interna y sincronizándola con la música, con el ambiente y con las personas que nos rodean. Estamos creando una resonancia que nos conecta con el flujo de la vida.

Bailar es una forma de sintonizar nuestra frecuencia con la del universo, de sentir su energía y su belleza. Bailar es una forma de celebrar nuestra existencia y nuestra unidad con todo lo que existe. Bailar es una forma de vivir plenamente y de ser felices.

Así que ya sabes, si quieres conectar con el universo, no dudes en bailar. Baila como si nadie te viera, baila como si fuera tu última vez, baila como si fueras el universo mismo. Porque lo eres. 🕺💃

Inteligencia Artificial.

La vida es increíblemente testaruda, es sorprendente cuando entre el asfalto y la acera ves surgir un grupo de flores silvestres en un micro-mundo de verdor rodeadas de gris. En fin la vida son seres que evoluciona, adaptan y reproducen en un ambiente. Y que a nivel celular tienen una especie de moneda vital el ATP con la que compran energía para seguir existiendo. La vida compra tiempo, para reproducirse y expandirse. Para ganarle espacio a la nada… que es infinita. Y después estamos nosotros, un peldaño superior que ademas de las funciones básicas de todos los seres vivos, tenemos el upgrade de ser seres con raciocinio. Una inteligencia, que tiene un ego que dirige a una legión de seres que cohabitan y colaboran con un ser multicelular. 

Pues cuando atacamos la naturaleza o hacemos campañas para no tener hijos, estamos actuando  en contra de la vida.¿ Es sólo eso o somos una pieza más para ampliar lo que es la vida y la creación constante de seres sintientes? 

En nuestro pensamiento y uso de la razón vamos cambiando, ¿O acaso no os pasa que alguien que admirabais hace tiempo con el paso de los años os parece un mentecato tóxico? ¿Porqué hay en mucha gente con tanto pavor en el caso de la IA?. Puede ocurrir dos de las historias más representadas en el cine. Una IA que decide acabar con la humanidad o una IA que o bien cuida de los humanos, o trabajo mano a mano con ellos o cómo en el caso de juegos de guerra se da cuenta que en la destrucción nunca hay ganadores. 

La IA por supuesto es mucho más que eso y además aún no estamos a ese nivel. Y por supuesto estamos a más de dos décadas de plantearnos si una maquina que se adapte, reproduzca y obtenga su propia energía a partir de factores externos sea un ser vivo, que además tendrá inteligencia y muy superior a la nuestra. 

Ahora estamos en una época increíble en la que aún no tiene conciencia y tenemos productos que se desarrollan a una velocidad pasmosa. Por ejemplo tenemos las maravillas de GPT3 o Alpha Code. Las redes neuronales dan mucho juego, si consiguiéramos maquinas con las capacidad de visión de un humano, coger el ego fruto de las circunstancias de un ser humano, la ayuda de toda la información que ya hay de la actividad de cada uno de nosotros y la aplicación de los Transformers actuales ya va faltando poco para llegar a eso… Las IA ya aprenden clases de enseñanzas que no son las originales de las que están entrenadas…

La humanidad está empezando un invierno demográfico sin precedentes, en el que antes de que se acabe el siglo entraremos en retroceso. Con un capital humano en esa coyuntura, la creatividad y la iniciativa ser verán muy afectadas. No sé si llegaremos a ver una suerte de replicantes a lo blalde runner que estén entre nosotros, cubriendo esas necesidades de talento. Pero es una cuestión de tiempo, que hasta para una democracia más sana y en la que no acabemos en una especie de distopía gerontocrática en la que la humanidad se ha paralizado. Eso sin contar que debido a nuestro estilo de vida nuestra inteligencia dicen que está cayendo globalmente como antes nunca había sucedido. Cada generación tiene una inteligencia menor que la anterior. La IA podría corregir los desajustes de la combinación de estos dos factores. No sé si soy demasiado positivo o demasiado cenizo… El tiempo nos los dirá, pero el invierno ya está llegando…