Más trozos para el cascarón cósmico…

El 2023 fue un año en el que quise darlo todo y en el que viví muchas experiencias interesantes. Me dediqué todo el año a preparar unas oposiciones de auxiliar informático, compaginando mis estudios con mis responsabilidades como padre y trabajador. Estuve muy cerca de conseguir una plaza, pero no lo logré. Quizá uno de mis defectos es que soy demasiado optimista y he aprendido ahora que si en un examen te restan puntos, es mejor no arriesgar. Es algo que he aprendido después de esta experiencia. En el trabajo, estoy rodeado de un equipo de gente estupenda que hace que todo sea más fácil y agradable. Siento un gran aprecio por ellos y ellos me lo demuestran con su cariño y su reconocimiento. En la fiesta de fin de año, me sorprendieron con un regalo y unas palabras de agradecimiento por mi labor y mis logros. Son un grupo de mujeres y hombres de 10, bravo por Leroy Merlin y su selección de personal. Debido a las oposiciones, tuvimos que retrasar una mudanza, pero los tiempos de Dios son perfectos y, cuando llegó el momento, encontramos la mejor opción. Fue una metáfora de cómo estoy cerrando el ciclo que empezó con una mala racha por la pandemia y esta mudanza me ha hecho ver muchas cosas. Fue mucho trabajo, sí, las mudanzas son cansadas y trabajosas, pero también ves lo que has conseguido y cómo los recuerdos te van acompañando mientras vas buscando un hueco a cada cosa que quieres darle una nueva ubicación. Y este blog, esta anacrónica reliquia que puedes leer, va a tomar este año un nuevo enfoque más relacionado con los estudios que voy a continuar para TAI. El temario que voy elaborando y actualizando lo compartiré aquí por si le fuera de interés a alguien. Por supuesto, sin abandonar mis otras pasiones y ocurrencias. Muchas gracias por leerme y dedicarme un ratito de tu tiempo. ¡Feliz día!

Reflexiones éticas y filosóficas de optimismo:

El optimismo es una actitud que nos ayuda a afrontar la vida con esperanza y confianza. No significa ignorar los problemas o las dificultades, sino creer que podemos superarlos y aprender de ellos. El optimismo nos motiva a buscar soluciones, a aprovechar las oportunidades y a disfrutar de las cosas buenas que nos ofrece la vida. El optimismo es una virtud que nos hace más felices y más humanos.

Sin embargo, el optimismo no debe ser ciego ni irracional. Debemos ser conscientes de la realidad y de sus límites, y no caer en la ilusión o la fantasía. El optimismo debe estar basado en la razón y en la evidencia, y no en el deseo o la emoción. El optimismo debe ser crítico y responsable, y no conformista o pasivo. El optimismo debe ser realista y prudente, y no ingenuo o imprudente.

El optimismo no es una negación del pesimismo, sino una superación del mismo. El pesimismo es una actitud que nos hace ver la vida con desesperanza y desconfianza. Nos hace centrarnos en los problemas y las dificultades, y nos hace creer que no podemos superarlos ni aprender de ellos. El pesimismo nos desmotiva a buscar soluciones, a aprovechar las oportunidades y a disfrutar de las cosas buenas que nos ofrece la vida. El pesimismo es un vicio que nos hace más infelices y más inhumanos.

El optimismo y el pesimismo no son estados fijos e inmutables, sino que dependen de nuestra forma de pensar, de sentir y de actuar. Podemos cambiar nuestra actitud ante la vida, y con ello, cambiar nuestra vida. Podemos cultivar el optimismo y combatir el pesimismo, y con ello, mejorar nuestra felicidad y nuestra humanidad. Podemos elegir ser optimistas y no pesimistas, y con ello, hacer del mundo un lugar mejor.